He visto montes temblar
de miedo y sin pensar,
temer al averno profundo,
tú no eres de este mundo.
Sentí una vez tu aliento
frío, sabio. Atento.
Corrí hasta no oír mis pasos,
tornaron negros cielos rasos.
El pro-hombre mas osado
en su cuento mas contado
se espanta ante tu presencia.
Revuela héroe, con urgencia.
Tus bondades son quimeras,
desayunas primaveras,
de tus ojos infernales
salen odios ancestrales.
Ogro de rojo uniforme,
lacado peinado deforme.
Alcaldesa. Corre y grita!
Sí, eres tú, Barberá y Rita!
miércoles, 10 de diciembre de 2008
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Vicente... algún día tus poemas valdrán millones... ¿de verdad no quieres dedicarte a la política? Como alcalde no estarías nada mal... mucha más clase desde luego tienes... (aunque no sé lo que pensarían los falleros... igual te mandaban a la hoguera...)
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