Un poema al día

Después de casi 362 años de fiesta sin pausa, sin concesiones al sueño ni al aburrimiento, pasando por amores, engaños y camastros. Después de tanto años, siglos! en los que he cerrado, me han echado, he salpicado de sangre toda clase de tabernas y palacios, desde garitos postmodernos de Nueva York a prostíbulos de absenta en el París de 1789. Ahora, después de todo y no sé porque razón, me he puesto a mirar mis antiguos apuntes, notas, cartas, todo aquello que plasmé en papel o en piedra, todo aquello que refleja toda una vida, más que una vida una muerte eterna, de excesos, de pasiones y sobresaltos.

Ahora, yo, Vicente Keyman, quiero que la verdad salga a la luz. Esa verdad que se esconde entre la leyenda Keyman, las trastadas de Katie y las miserias de un vampiro perdedor que solo muere para vivir, que exprime cada minuto en el infierno, que fue conocido en el japón imperial y en conciertos de los ramones. Sirva este blog, este diario o "siglario" sin orden para que se aclaren todas las mentiras, para que salgan las mas bochornosas aventuras, para que vuelen los poemas, las meditaciones que a lo largo de tanto tiempo he experimentado en mis carnes de cartón.

Aquí, bit a bit, escribiré un poema al día, uno de esos que rindieron a mis pies a las cleopatras mas hermosas, o que sirvieron de himnos en revoluciones, o que conté a los hijos de mis amantes. Todo aquello que pueda reflejar el sentimiento de un Keyman sobre el que se han vertido tantas mentiras que nunca superan la realidad, si es que esto existe. Aclararé así la leyenda Keyman, la que dice que cuento con sólo 7 dedos en los pies, la que habla de huidas de carceles turcas, peleas callejeras en nueva york, amantes hindúes o viajes astrales en las selvas amazonicas, pero tambien de "simpas" en bares de barrio, conciertos de Bustamante y pornografía barata debajo de su cama.

Un poema al día y una muerte de desencantos, pasiones y excesos. Ese es mi compromiso.